Cuando hablamos de pequeños negocios como panaderías o restaurantes, las monedas y billetes son los protagonistas. Así, a mayor movimiento de efectivo, más posibilidades de equivocaciones, errores y pérdidas.

Para aminorar riesgos y evitar fugas, nació hace algunos años Cashlogy, un producto de Azkoyen que nos permite automatizar el proceso de cobro de una manera totalmente fiable. A día de hoy, ya disfrutamos de su modelo 1500, con un diseño más elegante, más rápido y más fácil de mantener.

¿Qué conseguimos con él?

Además de aumentar nuestra productividad reduciendo tiempos de espera, con Cashlogy conseguiremos mayor higiene, y, sobre todo, seguridad.

Y es que no quedarte sin cambio por un despiste te permitirá estar en casa tranquilo porque a tus empleados no les falte de nada. También te ayudará a descansar, a dormir tranquilo, el hecho de que se eliminen al 100% los errores humanos en los procesos de cobro.

Hasta el momento, con las cajas registradoras convencionales, todos podíamos ser culpables de un error, de una mala devolución fruto del cansancio o, simplemente, de un billete mal entregado.

Con cashlogy todo es más fácil, y es que es tu propio cajón el que se encarga de recibir el dinero y dar el cambio correcto.

Ganarás en paz y seguridad también porque sabrás que no habrá billetes falsos, que no nos lo colarán ni en el mayor de los colapsos, momentos en los que los estafadores suelen aprovechar para darnos gato por liebre.

¿Qué decir del difícil acceso al dinero en metálico? Por esa parte, tu sueño también está garantizado, ya que, en el infortunio de que nos vengan a robar, tendrán muy difícil acceso al mismo.

Por eso, y por todas las razones extras que nos ofrece, es el momento de apostar por un producto consolidado, seguro y que no le supondrá al negocio un gran desembolso. Tu sueño tan solo cuesta 6 euros al día.